viernes, 2 de diciembre de 2016

Dorothy B.Dought, Debra Broadwell Jackson. Peritonitis. En: Dorothy B.Dought, Debra Broadwell Jackson. Trastornos gastrointestinales (1ªed.). Madrid: Mosby-Doyma libros , S.A; 1995. P: 166-172.

PERITONITIS

Peritonitis es la inflamación del peritoneo que se puede dar en una zona concreta, es decir, localizada o encontrarse generalizada. La podemos clasificar en:
  • Peritonitis primaria: cuando la infección está producida por gérmenes hematógenos o del tracto genital.
  • Peritonitis secundaria: se produce una contaminación peritoneal por secreciones gastrointestinales.

Se trata de un proceso muy importante ya que la mortalidad va desde un 18 a un 60% y se suele asociar con la edad avanzada y con la contaminación fecal intraabdominal.

Las manifestaciones clínicas son:
  • Dolor abdominal: puede ir desde un dolor sordo a un dolor muy intenso, que o bien se encuentra generalizado o se localiza en la parte supradyacente a la inflamación.
  • Palpación: encontramos rigidez abdominal y dolor en el enfermo.
  • Nauseas y vómitos.
  • Distensión abdominal: varía en intensidad en cada caso.
  • Indicios de colapso circulatorio.
  • Temperatura elevada: a veces puede descender por debajo la normalidad ya que el sistema inmunitario queda superado por la peritonitis.

Las posibles complicaciones que se puede producir son: septicemia, formación de abscesos intraabdominales y colapso circulatorio (shock y muerte).

Las pruebas diagnósticas a realizar serían: recuento leucocitario, hematocrito, electrolitos séricos, gasometría arterial, análisis de orina, radiografía de tórax y abdomen, TAC abdominal, arteriografía, aspiración peritoneal con cultivos y determinación de la sensibilidad.

Tratamiento:
  • General: mantener al paciente en ayunas, liquidoterapia y oxigenoterapia si fuese preciso.
  • Quirúrgico: lamparotomía exploradora para determinar y eliminar la fuente de la infección.
  • Farmacológico: analgésicos, antieméticos y antibióticos.            


El trabajo del profesional enfermero debe iniciarse con una buena valoración que observe el dolor que presenta el paciente, realizar una palpación abdominal, controlar los signos vitales, valorar la función gastrointestinal y el equilibrio líquido /electrolítico. Y sus intervenciones debe girar en torno al dolor del paciente, al equilibrio de líquidos y electrolitos, a una correcta perfusión delo tejido renal, cerebral, cardiopulmonar, gastrointestinal y periféricos y a una adecuada nutrición.


Tras la realización de las intervenciones se deberá reevaluar el estado del enfermo y ver si se han cumplido los objetivos propuestos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario