sábado, 12 de noviembre de 2016

Psoriasis


Bibliografía:
S. Smeltzer, B. Bare, J. Hinkle, K. Cheever. Manejo de pacientes con problemas dermatológicos. En: A. Rizo Velaco, coordinador. Enfermería Medicoquirúrgica. 12ª ed. Barcelona: Wolters Kluver; 2009. P. 1676-1718.


La psoriasis es una enfermedad crónica hereditaria que se caracteriza por una sobreproducción de queratina. Suele aparecer entre los 15 y los 45 años.

Me parece importante explicar el papel de la enfermera en diversas alteraciones cutáneas pues éstas pueden llegar a ser muy frecuentes.

La enfermera debe examinar las áreas más propensas a padecer psoriasis como pueden ser codos o rodillas.

Estos pacientes pueden padecer trastornos de la autoestima al ser ocasionalmente rechazados y también al sufrir una alteración de la visión de su imagen corporal. Por ello, la enfermera debe crear un ambiente que los haga sentir cómodos y analizar aspectos importantes sobre su calidad de vida como puede ser la respuesta psicosocial.

Algunas intervenciones de la enfermera son:

-Mejoramiento del autoconcepto e imagen corporal.
Es de utilidad comunicar al paciente las estrategias de afrontamiento que otros pacientes utilizaron previamente y hacer sugerencias para reducir el estrés que la vida cotidiana le supone al paciente. Esto le ayuda a superar la cronicidad de su enfermedad.

-Vigilancia y manejo de posibles complicaciones
La psoriasis puede complicarse con artritis psoriasica por ello el paciente debe estar informado sobre cómo tratar las articulaciones afectadas y sobre la importancia de cumplir el tratamiento. Se recomienda consultar a un reumatólogo para establecer tanto el diagnóstico como el tratamiento.

-Incremento de la integridad de la piel
Para no lesionar la piel se recomienda no rascar las zonas afectadas. También se recomienda mantener la piel hidratada, pues con la piel seca la psoriasis empeora. Para aliviar el dolor y la descamación de la piel, el paciente debe darse un baño de aceite o aplicarse un agente limpiador emoliente.

-Fomentar el conocimiento

La enfermera debe explicar claramente al paciente que, aunque la enfermedad no se puede curar, se puede controlar con un tratamiento de por vida. Además debe enfatizar que los traumatismos o una medicación concreta pueden empeorar la enfermedad. La mayor parte de los pacientes necesita un tratamiento integral por lo que se recomienda ofrecer material educativo donde se describan terapias y pautas específicas. Esto no debe sustituir en ningún caso a las conversaciones cara a cara sobre el plan de tratamiento.

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