lunes, 7 de noviembre de 2016

Práctica 4

07 de Noviembre de 2016

                                                         Resumen práctica 4

Hoy, hemos aprendido cómo colocar un sondaje nasogástrico. También hemos visto las diferencias existentes frente al sondaje rectal.

El procedimiento que hay que seguir para un sondaje nasogástrico es el siguiente:

1) Preparar el material. Necesitaremos:

Sonda nasogástrica: el grosor dependerá de la utilidad y del paciente
Guantes
Lubricante hidrosoluble
Esparadrapo
Jeringa de 50 ml
Fonendoscopio
Bolsa de drenaje
Toalla o empapador
Gasas
Pinzas
Linterna y depresor lingual (necesarios en caso de pacientes inconscientes).

2) Identificar al paciente, presentarnos y explicar el proceso a realizar pidiendo su colaboración.

3) Llevamos a cabo el proceso:

Primero, colocamos al paciente en posición de semi Fowler y cubrimos el pecho para mantener su intimidad. A continuación, nos lavamos las manos y preparamos un campo estéril colocando en él solo aquel material que se encuentre en condiciones de asepsia, usando guantes estériles (no siempre este proceso es estéril). Pinzamos la sonda para evitar reflujo y le aplicamos lubricante hidrosoluble para que sea más fácil su introducción. Debemos introducir la sonda por la narina con la que el paciente tenga mayor dificultad para respirar. Así, facilitaremos la respiración por la nariz una vez colocada la sonda. Empezaremos a introducir la sonda con la longitud previamente medida (nariz-oreja-estómago). Hay que tener en cuenta que al llegar a la garganta debemos realizar un giro que permita junto con la deglución del paciente, la entrada al esófago. En vez de pedir al paciente que degluta, podemos ofrecerle agua para beber. Seguimos introduciendo la sonda hasta que llegue al estómago y finalmente debemos comprobar que ha llegado al sitio indicado, aspirando con la jeringa contenido gástrico. Si no es así, es que la sonda se encontrará en vía aérea y debemos retirarla inmediatamente. También debemos retirar la sonda rápidamente si el paciente siente molestias, náuseas o tos persistente. Debemos dar tiempo al paciente para que se recupere antes de volver a colocarla.
La sonda puede quedar pinzada o unida a una bolsa de drenaje. Esto depende de la utilidad que se le vaya a dar a la sonda, que puede ser nutrición enteral, introducción de fármacos, aspiración de contenido gástrico…
Por último, debemos fijar la sonda con esparadrapo para evitar tirones que puedan molestar o incomodar al paciente. Se puede realizar el típico nudo de corbata o cortar un esparadrapo longitudinalmente hasta la mitad, colocando aquella parte que no se ha cortado en la nariz, y enrollando los dos extremos en la sonda en dirección contraria.

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