martes, 29 de noviembre de 2016

EL PACIENTE CON SINDROME DE INMUNODEFICIENCIA ADQUIRIDA (SIDA)

Bibliografía:
Solís Narvaiza MJ. El paciente con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). En: Rayón E, director/ del Puerto I, Narvaiza MJ, coordinador. Manual de enfermería médico-quirúrgica. Vol 3. Madrid: Síntesis; 2002. p. 471-91.



El sida es una infección viral crónica que afecta al linfocito T/CD4+, tanto en número como en funcionalidad, disminuyendo la respuesta inmunológica y dando lugar a graves infecciones por gérmenes oportunistas, así como a una mayor incidencia de neoplasias, especialmente del sarcoma de Kaposi.
En la actualidad se trata de un proceso extendido por todo el mundo que presenta importantes repercusiones socioeconómicas y una gran alarma social a pesar de las campañas realizadas para educar a la sociedad.

Las vías de infección son la sangre (inyecciones, trasfusiones, etc.), la vía sexual (semen o secreciones vaginales) y la vertical de madre a hijo.

Los grupos de riesgo incluyen:
-          Personas con prácticas homosexuales (por ejemplo, el coito anal, por ser el receptor del semen una mucosa no preparada y fácilmente congestiva).
-          Drogodependientes que se inyectan la droga, debido a la falta de higiene y a la frecuencia con que comparten las agujas.
-          Personas con prácticas heterosexuales en las que coexisten diversos factores: número de parejas (por eso resulta más frecuente en personas que se prostituyen), prácticas anómalas, presencia simultánea de enfermedades de transmisión sexual o de lesiones genitales, etc.
-          Personas sometidas a transfusiones, especialmente las que tienen que recibir gran número, como las hemofílicas.
-          Hijos de madres infectadas por VIH.

En relación a las personas infectadas por el VIH, se consideran 4 grupos o entidades, con diferente significación clínica.
·         GRUPO I: SINDROME AGUDO POR EL VIH:
-          Cuadro clínico similar a otras virasis (gripe, MI)
-          Presencia de VIH (seropositivos)
-          Inversión del cociente LN T/CD4+/LN CD8+
·         GRUPO II: INFECCION ASINTOMATICA O LATENCIA CLINICA:
-          Sin síntomas
-          Persiste la replicación viral (la progresión de la enfermedad se halla en relación con la carga viral)
-          Los LN T/CD4+ van disminuyendo
·         GRUPO III: ENFERMEDAD SINTOMATICA PRECOZ:
-          Disminución de LN T/CD4+ por debajo de 500 nu/l
-          Adenopatías, lesiones orales, reactivación del herpes simple, etc.
·         GRUPO IV: ENFERMEDAD DEL SIDA:
-          Disminución de LN T/CD4+ por debajo de 200 nu/l
-          Subgrupo A: emaciación general
-          Subgrupo B: afectación neurológica
-          Subgrupo C: infecciones oportunistas: respiratorias, digestivas, oculares, etc.
-          Subgrupo D: neoplasias
-          Subgrupo E: otros problemas (hematológicos, renales, reumáticos, etc.)

De forma esquemática se puede decir que el paciente diagnosticado de sida atraviesa las siguientes fases o etapas:
1.       Etapa tras el diagnóstico reciente de sida: el paciente tiene buena respuesta a la medicación y es capaz de reasumir sus actividades laborales y cotidianas.
2.       Etapa progresiva:
-          Aparecen complicaciones sucesivas y menor intervalo entre ellas.
-          El tratamiento produce mejoría en la salud, pero cada vez se presentan más efectos indeseables.
-          Suele acompañarse de astenia y pérdida gradual de peso. Pueden aparecer también algunos cambios de conducta debido a alteraciones neurológicas; no obstante, todavía es capaz de llevar a cabo sus actividades habituales si éstas no requieren gran esfuerzo físico.
3.       Etapa avanzada:
-          Las complicaciones son más frecuentes y la debilidad resulta intensa y afecta en gran medida a la actividad del paciente.
-          Aparecen con mayor frecuencia las manifestaciones neurológicas, la demencia y/o la ceguera.
4.       Etapa terminal:
-          Resulta difícil de delimitar respecto a la fase anterior; la situación va empeorando con inmovilidad progresiva, debilidad intensa, ausencia de deseo de comer y beber y deterioro de todas sus funciones.
-          Cobra gran importancia la aplicación de cuidados paliativos para conseguir el máximo confort posible hasta el fallecimiento del paciente.

Existen dos grandes grupos de fármacos que inhiben la replicación viral:
o   Los inhibidores de la transcriptasa inversa (ITI), enzima esencial para transformar el ARN viral en ADN viral (didanosina, estavudina, zidovudina, etc.).
o   Los inhibidores de la proteasa (IP), enzima del propio virus que induce a la célula afectada a sintetizar los componentes básicos virales (indinavir, ritonavir, etc.).


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