viernes, 28 de octubre de 2016

Tratamiento de quemaduras.

Bibliografía:
Lucas E, Pilar M. Cura de quemaduras. En: Mompart García MP (dir.). Técnicas y procedimientos de enfermería. Madrid: Difusión Avances de Enfermería; 2009. p. 157-63.

Existen diferentes maneras de tratar una quemadura, ampliando el tratamiento general visto en clase me ha parecido interesante comentar las distintas opciones existentes ante una quemadura local. Insistiendo también en cómo hacer la cura en aquellas zonas del cuerpo que requieran una especial atención.

-La primera es la llamada cura oclusiva, que está indicada para proteger quemaduras antes del tratamiento quirúrgico y la colocación de injertos.

En este caso debemos lavar la zona con una solución jabonosa y aclarar con agua estéril o suero fisiológico. Se extraen todo tejido no viable con tijeras o pinzas estériles y aplicar, para evitar infecciones, algún antimicrobiano tópico y un tul graso. Todo esto se cubrirá con gasas o compresas, y por un vendaje no compresivo. Se deberá cambiar el apósito cada 3-4 días.

En las manos, al realizar el vendaje se debe respetar la posición funcional en las muñecas y en las articulaciones metacarpianas y falángicas. Iniciándose lo antes posible movilizaciones activas y pasivas de estas zonas de flexión.

-La segunda cura es expositiva, indicada en quemaduras de segundo grado del cuello y de la cara, así como quemaduras circunferenciales en el tronco y en los miembros superiores. En este caso tras realizar la limpieza se aplica un antibacteriano local y se deja la superficie descubierta. Aparecerá costra que posteriormente se caerá.

En caso de quemadura en la cara (3% de la superficie corporal), se practica una limpieza con suero salino y pomadas antimicrobianas. Una vez se reepitelice la piel, se deberá aplicar crema hidratante y protección solar. Hay que tener en cuenta que la cara tiene gran importancia en las relaciones interpersonales y sociales pudiendo dejar malos resultados estéticos que pueden afectar al paciente, debemos de prestar atención a este tipo de quemaduras realizando la cura cada 24 horas.

-En cambio, en el tratamiento de grandes quemados se deben tener en cuenta otros factores, ya que las quemaduras graves pueden conducir al shock hipovolémico y séptico. Es por esto por lo que el paciente, una vez esté estabilizado, debe someterse a un tratamiento quirúrgico. Este, generalmente, consiste en eliminar precozmente el tejido dañado y minimizar el riesgo de sepsis. Aunque en zonas como el tórax, el abdomen o la espalda, la escisión no debe ser completa, se perdería mucha sangre, realizando este proceso en intervalos de 2-4 días priorizando ciertas zonas (manos, cara, cuello…).

El cierre definitivo se realizará con autoinjertos, y si no son posibles por una gran pérdida de superficie, la cobertura se hará mediante aloinjertos, xenoinjertos o material biosintético.

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