Bibliografía:
Lucas E, Pilar M. Cura de quemaduras. En: Mompart García MP
(dir.). Técnicas y procedimientos de enfermería. Madrid: Difusión Avances de
Enfermería; 2009. p. 157-63.
Existen diferentes maneras de tratar una quemadura,
ampliando el tratamiento general visto en clase me ha parecido interesante comentar las distintas opciones existentes ante una quemadura local. Insistiendo también
en cómo hacer la cura en aquellas zonas del cuerpo que requieran una especial
atención.
-La primera es la llamada cura oclusiva, que está indicada
para proteger quemaduras antes del tratamiento quirúrgico y la colocación de
injertos.
En este caso debemos lavar la zona con una solución jabonosa
y aclarar con agua estéril o suero fisiológico. Se extraen todo tejido no
viable con tijeras o pinzas estériles y aplicar, para evitar infecciones, algún
antimicrobiano tópico y un tul graso. Todo esto se cubrirá con gasas o
compresas, y por un vendaje no compresivo. Se deberá cambiar el apósito cada
3-4 días.
En las manos, al realizar el vendaje se debe respetar la
posición funcional en las muñecas y en las articulaciones metacarpianas y
falángicas. Iniciándose lo antes posible movilizaciones activas y pasivas de
estas zonas de flexión.
-La segunda cura es expositiva, indicada en quemaduras de
segundo grado del cuello y de la cara, así como quemaduras circunferenciales en
el tronco y en los miembros superiores. En este caso tras realizar la limpieza
se aplica un antibacteriano local y se deja la superficie descubierta. Aparecerá costra que
posteriormente se caerá.
En caso de quemadura en la cara (3% de la superficie corporal), se
practica una limpieza con suero salino y pomadas antimicrobianas. Una vez se
reepitelice la piel, se deberá aplicar crema hidratante y protección solar. Hay
que tener en cuenta que la cara tiene gran importancia en las relaciones
interpersonales y sociales pudiendo dejar malos resultados estéticos que pueden
afectar al paciente, debemos de prestar atención a este tipo de quemaduras
realizando la cura cada 24 horas.
-En cambio, en el tratamiento de grandes quemados se deben tener
en cuenta otros factores, ya que las quemaduras graves pueden conducir al shock
hipovolémico y séptico. Es por esto por lo que el paciente, una vez esté
estabilizado, debe someterse a un tratamiento quirúrgico. Este, generalmente,
consiste en eliminar precozmente el tejido dañado y minimizar el riesgo de sepsis.
Aunque en zonas como el tórax, el abdomen o la espalda, la escisión no debe ser
completa, se perdería mucha sangre, realizando este proceso en intervalos de
2-4 días priorizando ciertas zonas (manos, cara, cuello…).
El cierre definitivo se realizará con autoinjertos, y si no
son posibles por una gran pérdida de superficie, la cobertura se hará
mediante aloinjertos, xenoinjertos o material biosintético.
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