Suzanne C, Brenda G. Enfermería Médico-quirúrgica, de Brunner y
Sudarth. Vol 3. 10ªed. Ciudad de México: McGraw-Hill Interamericana; 2005
Una quemadura es una lesión en
los tejidos del cuerpo causada por el calor, sustancias químicas, electricidad, el sol o radiaciones. También podemos
hablar de quemaduras por congelación cuando se producen por frío.
Para hacer una buena
clasificación y luego poder tratar la quemadura de la manera más adecuada y
correcta posible, es necesario realizar una valoración precisa. Para ello, se
describen las quemaduras de acuerdo a la profundidad de la lesión y el área de
superficie dañada. También hemos de tener en cuenta la edad del paciente y los
antecedentes patológicos.
Las quemaduras se clasifican
según la profundidad de la destrucción de tejidos en:
- Lesiones superficiales de espesor parcial. En este
tipo de quemaduras, la epidermis y parte de la dermis se destruye o lesiona. La
herida suele doler y tener aspecto rojizo y seco, como en una quemadura solar,
o bien puede presentar ampollas.
- Profundas de espesor parcial. Implican
destrucción de la epidermis y de las capas superiores y profundas de la dermis.
Hay dolor, enrojecimiento y exudado. El blanqueamiento de los tejidos va
seguido de relleno capilar y los folículos pilosos permanecen intactos. Estas
quemaduras tardan más en sanar y presentan mayor probabilidad en cuanto a la
formación de cicatrices hipertróficas.
- Profundas de espesor total. En éstas últimas, la
destrucción de la dermis y epidermis es total, incluso a veces de estructuras
subyacentes. El color puede variar de blanco a rojo, pardo o negro. No presenta
dolor por la destrucción de fibras nerviosas y los folículos pilosos, así como
las glándulas sudoríparas quedan destruidas.
También es importante considerar
como ocurrió la lesión, el agente causal, la temperatura del agente causal, la
duración del contacto con este y el espesor de la piel para una mejor clasificación
de la herida. Establecer la profundidad de la quemadura no es un método fácil,
incluso para los profesionales expertos.
Para calcular el área de
superficie corporal se usan varios métodos:
- Regla de los nueve: Consiste en un sistema que asigna porcentajes en múltiplos de nueve a las principales superficies del cuerpo para conocer la extensión del quemado.
- Método de Lund y Browder: es una forma más precisa. Reconoce varias partes del cuerpo, especialmente la cabeza y piernas, y cambia con el crecimiento. Si se divide el cuerpo en áreas muy pequeñas y se hace un cálculo de la proporción de TBSA que corresponde a esas partes, es posible determinar en forma confiable la TBSA quemada.
- Método de la mano: Se usa en el caso de quemaduras dispersas, para estimar el porcentaje con el tamaño de la palma de la mano del paciente, que corresponde aproximadamente a un 1% de la TBSA.
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