PRÁCTICA 2
Objetivo: Aprender a colocarnos correctamente
unos guantes estériles y a realizar la cura de una herida quirúrgica seca.
Antes de comenzar a tratar la herida expondremos el material
necesario:
- Gasas
- Guantes estériles y no estériles
- Agujas y jeringuillas
- Suero fisiológico
- Povidona yodada
- Pinzas de disección sin dientes (tienen estrías en la cara interna)
- Pinzas de Pean
- Mosquito
- Vendas, apósitos y esparadrapo
- Paño fenestrado estéril
Procedimiento: se llevará a cabo en una sala de cirugía menor o en defecto en una sala de curas.
En primer lugar, nos lavaremos con agua y jabón las manos hasta
la altura del antebrazo, para mayor seguridad, podríamos emplear también
alcohol como desinfectante de manos.
Tras el lavado, procederemos a crear un campo estéril
colocando el paño fenestrado en una superficie plana, segura y cómoda para
trabajar. Ya que abriremos el paño con las manos desenguantadas lo tocaremos lo
menos posible para evitar contaminarlo, posando su lado de color verde claro en
contacto con la superficie de la base que hayamos elegido. Consideraremos como
campo estéril la parte verde oscura del paño, que queda arriba y es aquí donde
iremos dejando caer los materiales estériles (gasas, guantes estériles, agujas
y jeringuillas, pinzas y mosquito) abriendo sus envoltorios; nunca el
suero fisiológico, povidona yodada, vendas, apósitos y esparadrapo tocarán el
campo estéril.
Si no tenemos ayuda para realizar la cura, sería aconsejable
cargar la jeringuilla con suero antes de colocarnos los guantes ya que contaminaríamos
los guantes al tocar el bote. Del mismo modo que podríamos cortar y reservar unas tiras de
esparadrapo. También descubriríamos ya la herida del paciente.
Preparada la zona de trabajo, abriremos tocando lo
mínimamente posible el envoltorio de los guantes estériles e identificaremos
cuál es el de cada mano. Primero, nos colocaremos el guante correspondiente a
la mano no dominante con ayuda de la dominante de la siguiente manera: con la
mano dominante sujetamos el guante por la doblez inferior (no estéril pues
entrará en contacto con nuestra piel), introducimos la otra mano con los dedos
juntos y los estiramos una vez dentro, acomodándolos en sus respectivos huecos.
Repetimos este mismo procedimiento para enguantar la mano dominante. Ahora
estiramos ambos guantes todo lo que podamos hasta nuestro antebrazo,
comprobando que los guantes son resistentes y no se romperán durante la
intervención.
Ya con los guantes colocados y ayudándonos de las pinzas y el
mosquito, prepararemos varias torundas hechas con gasas y las mojaremos con el
suero cargado en la jeringuilla (si tenemos a un compañero que no lleve guantes
estériles, podemos pedirle que montando una aguja en una jeringuilla cargue
suero de un frasco). Es importante que la jeringuilla no toque la gasa de la
torunda cuando derrame el suero para evitar su contaminación.
Con la superficie lisa y húmeda de las torundas limpiaremos
la parte superficial de la herida y después los bordes de dentro a afuera (si
contamos con ayuda, nuestro compañero descubriría ahora la herida del paciente,
evitando que la herida hubiera estado expuesta al ambiente demasiado tiempo, si
solo realizamos la cura nosotros debemos de haberla descubierto con antelación).
Emplearemos tantas torundas como sea necesario, sin pasar la misma por el mismo
sitio, evitando así el riesgo de infección. Una vez la herida quede
completamente limpia, aplicaremos povidona yodada (u otro antiséptico) sobre una
torunda y seguiremos el mismo proceso que con el suero, desinfectando la
totalidad de la zona. Cabe recordar que tampoco podremos tocar con los guantes
estériles el frasco de la povidona.
Para acabar, nos quitaremos los guantes estériles siguiendo
el protocolo de asepsia. Ya sin guantes cubriremos con un apósito o gasas la
herida y las fijaremos con vendas o esparadrapos. Es preferible no cubrir
totalmente con esparadrapo para dejar un cierto grado de ventilación a la
herida.
Vertidos los residuos que se hayan podido crear a sus
respectivos contenedores, colocados los materiales quirúrgicos en una bandeja
para su posterior esterilización y tras un lavado y desinfección de manos,
daremos como finalizado el procedimiento de cura.
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