sábado, 15 de octubre de 2016

BIBLIOGRAFÍA:

Chocarro González L. Principios del cuidado de las heridas Curas simples. En: Chocarro González L., Venturini Medina C. Procedimientos y cuidados en Enfermería Médico-quirúrgica. Madrid: Elsevier; 2006. p. 85-100.     


El motivo de esta consulta bibliográfica es el estudio del proceso de curación o cicatrización de las heridas.
Tras sufrir una lesión se ponen en marcha dos etapas consecutivas que tienen como objetivo reparar los tejidos dañados. Estas etapas son la cicatrización y la epitelización.

Dentro de la CICATRIZACIÓN podemos encontrar fases que aunque diferenciadas entre sí, se relacionan:
  • Fase Catabólica o desasimilativa: comienza en el momento en el que se provoca la herida, se producen a su vez dos subfases: un proceso inflamatorio y otro destructivo. El organismo activa mecanismos para librarse de tejidos necrosados y desvitalizados como de gérmenes y coágulos con el fin de limpiar la herida.         
El proceso inflamatorio, se caracteriza por los cuatro signos de Celso: rubor, calor, tumor y dolor, pretende conseguir un lecho limpio e imprescindible para que cicatrice la herida. La inflamación puede durar de 3 a 7 días y se entrecruza con el proceso destructivo, que comienza a las 24 horas después del traumatismo. Éste se caracteriza por una vasodilatación capilar (posterior a un breve período de vasoconstricción) en la que se aumenta la permeabilidad de los capilares, dando paso a los leucocitos polimorfonucleares y mononucleares que fagocitarán las sustancias de desecho.  Esto contribuirá a la limpieza de la herida, formando un exudado que será absorbido por el sistema linfático o expulsado al exterior. 

  • Fase Anabólica, asimilativa o de granulación: se pretende reparar la pérdida de sustancia provocada por el traumatismo. Empieza al tercer o cuarto día tras la lesión (puede durar meses) y acompaña al proceso inflamatorio. Tiene lugar el denominado período productivo o proliferativo en el que la proliferación celular dará lugar a un tejido de granulación, que creará un nuevo lecho de la herida. Por éste, penetrarán vasos de reducido diámetro, recién formados, y se repararán los tejidos en el orden de más profundos a más superficiales. 
El factor de crecimiento derivado de plaquetas, interviene en la síntesis de las sustancias que constituirán el tejido de granulación, éstas son:

  1. Los fibroblastos: sintetizan colágeno, que será el soporte estructural de los tejidos.
  2. La sustancia fundamental: actúa de unión entre fibroblastos y colágeno, proporcionando un sustrato húmedo que facilitará el movimiento y la diferenciación celular.
  •  Contracción: entre las 48-72 horas tras la lesión y hasta 21 días después, se produce una aproximación de los bordes de la herida por fuerza centrípeta, para disminuir la extensión y disminuir la cantidad de tejido que reparar, gracias a la contractilidad de los miofibroblastos (fibroblastos diferenciados).


Tras la cicatrización se da la EPITELIZACIÓN. Ésta, consiste en el crecimiento de un epitelio que recubre la superficie de granulación, actuando así como una barrera protectora entre los planos dañados por el traumatismo y el exterior.
Las células epiteliales encargadas de formar este manto cutáneo se caracterizan por su elevada actividad mitótica y de desplazamiento.
Las nuevas células creadas durante la cicatrización, requerirán de un proceso de maduración y remodelación que puede durar meses, para adquirir la resistencia necesaria que impida la dehiscencia (apertura de los bordes de la herida). 



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