BIBLIOGRAFÍA:
Chocarro González L. Principios del cuidado de las heridas
Curas simples. En: Chocarro González L., Venturini Medina C. Procedimientos y
cuidados en Enfermería Médico-quirúrgica. Madrid: Elsevier; 2006. p. 85-100.
El motivo de esta consulta bibliográfica es el estudio del
proceso de curación o cicatrización de las heridas.
Tras sufrir una lesión se ponen en marcha dos etapas
consecutivas que tienen como objetivo reparar los tejidos dañados. Estas etapas
son la cicatrización y la epitelización.
Dentro de la CICATRIZACIÓN
podemos encontrar fases que aunque diferenciadas entre sí, se relacionan:
- Fase Catabólica o desasimilativa: comienza en el momento en el que se provoca la herida, se producen a su vez dos subfases: un proceso inflamatorio y otro destructivo. El organismo activa mecanismos para librarse de tejidos necrosados y desvitalizados como de gérmenes y coágulos con el fin de limpiar la herida.
- Fase Anabólica, asimilativa o de granulación: se pretende reparar la pérdida de sustancia provocada por el traumatismo. Empieza al tercer o cuarto día tras la lesión (puede durar meses) y acompaña al proceso inflamatorio. Tiene lugar el denominado período productivo o proliferativo en el que la proliferación celular dará lugar a un tejido de granulación, que creará un nuevo lecho de la herida. Por éste, penetrarán vasos de reducido diámetro, recién formados, y se repararán los tejidos en el orden de más profundos a más superficiales.
- Los fibroblastos: sintetizan colágeno, que será el soporte estructural de los tejidos.
- La sustancia fundamental: actúa de unión entre fibroblastos y colágeno, proporcionando un sustrato húmedo que facilitará el movimiento y la diferenciación celular.
- Contracción: entre las 48-72 horas tras la lesión y hasta 21 días después, se produce una aproximación de los bordes de la herida por fuerza centrípeta, para disminuir la extensión y disminuir la cantidad de tejido que reparar, gracias a la contractilidad de los miofibroblastos (fibroblastos diferenciados).
Tras la cicatrización se da la EPITELIZACIÓN. Ésta, consiste en
el crecimiento de un epitelio que recubre la superficie de granulación,
actuando así como una barrera protectora entre los planos dañados por el
traumatismo y el exterior.
Las células epiteliales encargadas
de formar este manto cutáneo se caracterizan por su elevada actividad mitótica
y de desplazamiento.
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