domingo, 9 de octubre de 2016

Práctica 2

En esta práctica hemos aprendido a curar una herida quirúrgica seca. Para ello identificamos los materiales necesarios y explicamos el procedimiento.

Materiales
-Gasas
-Guantes estériles y no estériles
-Agujas y jeringa
-Suero fisiológico y povidona yodada
-Pinzas de dientes
-Pinzas de corte y disección
-Mosquito
-Vendas y/o apósitos
-Paño fenestrado estéril

Actuación
Primero nos ponemos un par de guantes y colocamos el paño fenestrado con mucho cuidado. La parte inferior del paño la consideramos como la no estéril y es la que se pone en contacto con la superficie en la que trabajamos.
Primero montamos la aguja sobre la jeringa y cargamos ésta con suero fisiológico. Posteriormente, preparamos una torunda con tijeras de disección, pinzas con dientes y una o varias gasas, de este modo, la gasa queda doblada entre ambas pinzas y no tendrá superficies irregulares. Vertemos el suero que hemos cargado previamente con la jeringa sobre la gasa de la torunda y la aplicamos sobre la herida del paciente con cuidado. Limpiamos la herida desde el interior hasta el exterior para minimizar el riesgo de infección. Realizamos este paso tantas veces como haga falta hasta que la herida quede completamente limpia. Después realizamos este mismo paso, pero en lugar de verter suero, vertemos povidona yodada. Finalmente, cubrimos la herida con vendas y esparadrapo o simplemente con apósito. Si cubrimos con vendas y esparadrapo, es preferible no cubrir totalmente la herida con el esparadrapo pues de esta forma (sin cubrir en su totalidad), la herida tendrá un cierto grado de ventilación.

El procedimiento para la colocación de guantes estériles es más complejo que el de los no estériles y es muy importante saber hacerlo correctamente. El procedimiento es el siguiente: Abrimos el sobre en el que se encuentra el paquete con los guantes y lo dejamos caer sobre el paño fenestrado. Abrimos el paquete pequeño con cuidado de no tocar los guantes e identificamos qué guante corresponde a cada mano. Comenzamos colocándonos el guante correspondiente a la mano no dominante con ayuda de la dominante de la siguiente manera: con la mano dominante sujetamos el guante por la doblez inferior (no estéril pues entrará en contacto con nuestra piel), introducimos la otra mano y estiramos los dedos acomodándonos así el guante. Repetimos este mismo procedimiento con la mano dominante. Ahora estiramos ambos guantes todo lo que podamos sobre parte de nuestro antebrazo; así nos colocamos los guantes correctamente a la vez que comprobamos que los guantes son resistentes y no se romperán durante la intervención.

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