Fecha: Lunes, 10 octubre de 2016
En ésta práctica hemos aprendido cómo realizar la cura de una herida quirúrgica en seco. A continuación, un resumen:
Para éste tipo de técnica, se necesitan una serie de materiales estériles, que son:
- Gasas
- Guantes
- Aguja y jeringa
- Pinzas con dientes
- Tijeras de corte y disección
- Mosquito
- Portagujas de tamaño mediano y bisturí, si son necesarios.
Todo ello encima de un paño fenestrado, también estéril. Debemos colocar el paño de manera rigurosa, de forma que solo la superficie inferior sea la que toque superficies no estériles. No debemos airear el paño y debemos cogerlo por las esquinas y a una cierta distancia de nosotros.
Sin mezclar con estos materiales, además, son necesarios suero fisiológico, povidona yodada para limpiar la herida y vendas o apósitos.
PROCEDIMIENTO
Si nos encontramos con un paciente al que ya se le han realizado curas previamente, debemos retirar los apósitos antes de manejar los materiales del paño fenestrado. A continuación, nos ponemos los guantes estériles. Si en algún momento necesitamos ponernos en contacto con material no estéril nos ayudaremos de algún compañero.
Primero, cargaremos la jeringa con suero fisiológico. A continuación, preparamos una torunda con ayuda de tijeras de disección y pinzas con dientes. Debemos verter el suero fisiológico en la superficie plana de ésta y limpiamos la herida del interior al exterior. Al finalizar, desechamos la torunda. Utilizaremos las que hagan falta hasta limpiar bien la zona. Después, se realiza el mismo paso pero con la povidona yodada. Una vez hemos hecho la cura, se tapará la herida quirúrgica con gasas y esparadrapo o apósitos. Si usamos el esparadrapo es recomendable no cubrir completamente la gasa, ya que la herida necesita cierto grado de ventilación.
Retiraremos el material y nos quitaremos los guantes según el protocolo, siendo obvio el cumplimiento universal en todo momento de asepsia e higiene. No debemos olvidar el lavado de manos antes y después del procedimiento.
Colocación guantes estériles:
Los guantes vienen en dos envolturas. Primero, debemos abrir la exterior a cierta distancia del paño y dejar caer en éste el sobre del interior. Abrimos el sobre con cuidado, tocando solo por las puntas e identificamos qué guante corresponde a cada mano. En primer lugar, colocaremos el guante de la mano no dominante con ayuda de la dominante, que coge el guante por la parte interior (la que luego estará en contacto con la piel). Intentaremos introducir siempre la mano cerrada para facilitar el proceso. Una vez hecho esto, colocaremos el otro guante cogiéndolo con la mano no dominante por el interior de la doblez. Cuando tengamos la mano bien colocada estiraremos el guante teniendo cuidado de que la parte exterior no toque la piel. Haremos lo mismo con el otro y nos los acomodaremos.
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